La Mineria Verde en El Salvador.

En este blog les hablare un poco sobre la mineria verde de nuestro pais y tambien en el mundo entero ojala sea de beneficio para cada de uno de ustedes.

jueves, 9 de julio de 2009

Un poco de la Mineria Verde.

Publicado por Stephanie

Tras las protestas de ecologistas y, sobre todo, de amplias capas de la población que se vería afectada por la instalación de minas, se ha iniciado una fuerte campaña en favor de lo que las empresas mineras llaman la minería verde. Incluso en medios que editorialmente están contra la minería se han algunos de estos anuncios por no restringir la libertad en el campo de la publicidad. Pero ello no implica que haya apoyo a la minería. Sobre este tema, pues, es importante exponer algunos puntos.

En primer lugar sobre la misma propaganda y en segundo lugar sobre la conveniencia o no de que aumente sistemáticamente la presencia de compañías mineras en El Salvador.La propaganda de la minería verde presenta a las explotaciones mineras como una fuente de desarrollo sin ningún efecto secundario adverso al medio ambiente o a la salud de las personas. En eso hay evidentemente una mentira. Aunque los efectos nocivos pueden paliarse y reducirse, el medio ambiente posterior a la explotación minera no es el mismo que había antes de iniciarse el trabajo en la mina. Esto deberían reconocerlo las empresas mineras y no pagar una propaganda que en su conjunto oculta esa verdad. Puede ser que en algunos casos la relación beneficio-daño esté a favor de la economía de un país y se pueda, o incluso se deba, optar por la minería. Pero presentar la minería como totalmente ecológica es simplemente una mentira.La propaganda en favor de las minas, además, presenta especialmente a los países con gobiernos políticamente de izquierda en América Latina como ejemplo de que lo que se hace en Venezuela, Bolivia o Cuba puede hacerse también en El Salvador.

Nada más incorrecto que ese tipo de ecuación. Es como querer convencer a la población salvadoreña, que no quiere militares en el poder, que acepte a un candidato de esa condición sólo porque Chávez gobierna en Venezuela. Para aceptar la minería hay que ver primero las condiciones de El Salvador, que no son las mismas que las de los países antes referidos. Ni tenemos la misma extensión territorial, ni la misma densidad de población, ni la misma geografía, ni los mismos condicionamientos legales. Querer extraer lecciones de otros países, sean de la ideología que sean, sin tener en cuenta la propia realidad, no es más que una vulgar manipulación.Y por eso hay que analizar la minería en el contexto de El Salvador. Vivimos en un país muy pequeño. Con una sola gran cuenca fluvial, la del Lempa, al que irían a parar cualquiera que fueran los vertidos de las minas. Un país muy fácil de contaminar en su conjunto. Un país además ya bastante depredado por la contaminación, la deforestación y el deterioro de los suelos y las aguas. Para colmo de males con una ley de medio ambiente insuficiente, y que pone en manos de las compañía interesadas la facultad de hacer el estudio de impacto ambiental. Y todo ello sin tener la capacidad los técnicos propios del Ministerio del Medio Ambiente de verificar si es cierto o no lo que dicen las compañías. En otras palabras, que los peligros son muchos y las garantías son mínimas.Por si esto fuera poco las compañías mineras ofrecen una participación mínima, casi nula, en las ganancias que se obtendrían de la explotación minera. La experiencia histórica nos enseña, además, que cuando las compañías mineras abandonan sus explotaciones, la gente del entorno queda más pobre que antes de que las Compañías llegaran.

Basta llegar al pueblo de mineros que estaba en la base de las minas cercanas a Tegucigalpa que explotaba la Rosario Mining Company en su momento. Ciertamente no es con propaganda repetitiva y mentirosa que se pueden contrarrestar estos argumentos.Si las Compañías mineras dijeran que contratarán a instituciones independientes, con observación y monitoreo nacional, para estudiar el impacto ambiental podríamos pensar que hay un mínimo de buena voluntad. Pero aun así, dados los riesgos de accidentes, y de que la mayoría de las explotaciones están prácticamente en la parte superior del Lempa, es muy difícil aceptar que las mineras vayan a proporcionar desarrollo.Se trata de un patrimonio nacional que se quiere comprar a precio de me lo llevo, con una retribución ridículamente pequeña, por mucho que se hable de pagar cuatro veces el salario mínimo y hacer algunas tareas de reforestación. Un patrimonio no renovable que hoy por hoy es un activo y una riqueza almacenada del país, se lo quieren llevar una serie de empresas llevándose ellas la mejor tajada. Y no una tajada del 30%, que ya es de por sí desproporcionada. Sino del 90% o más. En general nuestros empresarios aspiran a una ganancia del 20, ó 25% sobres su propia inversión.Los bancos prestan incluso al 9 y 10% y ganan dinero. Pero estas compañía mineras, independientemente de la inversión que hagan, quieren llevarse más del 90% de la ganancia que pueden producir minerales que son patrimonio salvadoreño. Una real estafa y un verdadero robo del patrimonio nacional, independientemente del color verde, rojo o amarillo con que lo pinten.La Conferencia Episcopal de El Salvador, con razón temerosa de los riesgos que la minería implica, se ha pronunciado en contra de la misma.

Los pobres del país, especialmente los que viven cerca de las posibles explotaciones mineras, se sienten golpeados por la tentación de unas ofertas monetarias de salarios que, aunque sean mejores que el promedio, siempre serán pequeñas para la dureza del trabajo y los riesgos de enfermedad que el trabajo en la mina implica. Y por otra parte preocupados por la explotación de los cerros de donde extraen el agua, por la contaminación y la enfermedad que la minería conlleva. Verdaderas obras de ingeniería, construidas con el sudor de la gente, y podemos mencionar casos concretos en Chalatenango, como el de las poblaciones cercanas al Eramón, quedarían en riesgo de surtir a las comunidades o con mucha menos agua, o con agua simplemente contaminada. Si ni siquiera somos capaces de controlar a una fábrica concreta, como la de baterías Récord, tan pequeña en comparación con las mineras, ¿tendremos la capacidad de controlar a estas transnacionales?.

Ante la presión de las mineras, que continúan con su bombardeo publicitario, es más importante ahora el decir un no rotundo. De lo contrario ya conocemos a nuestros funcionarios, que con apoyo, cuando no coima, por acá, amenaza por allá con el CAFTA, y promesas empapadas en falsedades, pueden ir cediendo ante lo que no es sino una nueva versión de la explotación y el despojo colonial.

2 comentarios:

Cecy dijo...

Hola Gaby me gusta tu blog, no te lo niego pero jamas va hacer como los mios verdad?????????? Espero tambien le gusten al profe, ademas te felicito por escoger ese tema porq es muy interesante...

TKM*

F. CECY Tu Hermaniiiiiiita.

Luis Fernando Miranda Martinez dijo...

Tu blog habla de cosas interesamtes pero el teacher dijo que queria o dos imagenes o un video.

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